Como siempre Nervión se ha vestido de gala, en noche grande (hasta en el mes de agosto, en pleno puente, cuando más sevillanos hay fuera de la ciudad). Y es que el Sevilla sigue jugando finales, en plena época de preparación, con una plantilla casi nueva, y con la responsabilidad de tener que dar la cara ante dos de los mejores equipos (en presupuesto) del mundo, y seguro de España. Si en la Supercopa de Europa se peleó ante el Madrid, se le dio la vuelta al marcador, y se tuvo el título en el bolsillo hasta el fatícido minuto 93, en este caso ante el Barcelona sólo se ha podido plantar cara durante la primera parte, en la que los de Sampaoli, en su debut ante la afición, han dado la cara con una presión asfixiante, con constantes recuperaciones de balón, pero que sólo daban para tener a veces más posesión, sin llegar apenas a penetrar en el área, y si crear ocasiones de gol, con Vietto totalmente perdido y desasistido. Esto es lo que le falta al Sevilla, llegar al área, que la posesión de balón no sea para jugar sólo en horizontal ni hacia atrás, sino crear peligro en el área rival, verticalidad.
Así, al descanso el marcador era de empate a cero, pero en la reanudación empezaron a flaquear las fuerzas y no se pudo seguir al mismo ritmo. Los visitantes se vieron más cómodos, y ya a raíz del primer gol, todo fue coser y cantar para ellos, que se llevan un cómodo 0-2 para afrontar el partido de vuelta.
Se va viendo las intenciones del Sevilla de Sampaoli, pero falta profundidad y puesta a punto. Y llegar a la portería contraria. El mejor del Sevilla ha sido Sergio Rico, que evitó que el resultado fuera más amplio. Esta vez no estuvo tan fino Franco Vázquez, ni Kiyotake, pero el nuevo Sevilla va apuntando maneras.
Así, al descanso el marcador era de empate a cero, pero en la reanudación empezaron a flaquear las fuerzas y no se pudo seguir al mismo ritmo. Los visitantes se vieron más cómodos, y ya a raíz del primer gol, todo fue coser y cantar para ellos, que se llevan un cómodo 0-2 para afrontar el partido de vuelta.
Se va viendo las intenciones del Sevilla de Sampaoli, pero falta profundidad y puesta a punto. Y llegar a la portería contraria. El mejor del Sevilla ha sido Sergio Rico, que evitó que el resultado fuera más amplio. Esta vez no estuvo tan fino Franco Vázquez, ni Kiyotake, pero el nuevo Sevilla va apuntando maneras.
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| Foto: Sevilla FC |
LA FICHA
SEVILLA FC:
01 Sergio Rico
04 Matías Kranevitter (19 Paulo Henrique Ganso, m68)
09 Luciano Vietto (12 Wissam Ben Yedder, m60)
14 Hiroshi Kiyotake
15 Steven Nzonzi
18 Sergio Escudero (17 Pablo Sarabia, m54)
20 Víctor Machín Vitolo (c)
22 Franco Vázquez
23 Adil Rami
24 Gabriel Mercado
25 Mariano Ferreira
Jorge Sampaoli
FC BARCELONA:
13 Claudio Bravo
03 Piqué
04 Ivan Rákitic
05 Busquets
07 Arda Turan (17 Munir, m75)
08 Andrés Iniesta (c) (06 Denis Suárez, m35)
09 Luis Suárez
10 Leo Messi
14 Marcherano
20 Sergi Roberto
24 Mathieu (19 Lucas Digne, m26)
Luis Enrique
ÁRBITRO: Jesús Gil Manzano (Colegio Extremeño). Mostró tarjetas amarillas a Mercado (m31), Busquets (m57), Nzonzi (m69), Franco Vazquez (m77), Luis Suárez (m82)
GOLES:
0 - 1, m53: Luis Suárez, sólo ante Sergio Rico.
0 - 2, m80: Munir, a pase de Messi, en una contra.
INCIDENCIAS: Domingo 14 de agosto de 2016. 22:00 horas. Estadio Ramón Sánchez Pizjuán, con gran ambiente, casi lleno. Partido de Ida de la Final de la Supercopa de España.
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