Hay veces que es mejor volver a ver el partido antes de hacer el comentario. Y además bajar las pulsaciones y hasta la tensión. En estos encuentros, si los analizamos en frío, se ven muchas "cositas". Mi asiento en la grada, muy cercano al césped, me permite ver muchas cosas, pero también hay otras que se ven mejor desde la tele, y además con repeticiones.
Antes que nada, lo primero, sentirse muy orgulloso de este Sevilla, un equipo increíble que, a pesar de todo, (y del resultado de la ida), nunca perdió la fe.
Y fue a por el partido y a intentar acortar distancias en la eliminatoria, desde el minuto uno. A los 11 segundos el Sevilla ya provocó el primer córner del partido y a los 30 segundos el primer disparo a puerta de Escudero, y la primera parada del que fue mejor jugador del Madrid: el portero Kiko Casilla.
El Sevilla le echó dos pares... y puso una marcha más que el rival, con dominio, posesión, presión, coraje, casta, ganas.... pero arriesgando al dejar la defensa más descubierta, con el consiguiente peligro de las contras.
Y como siempre, ante este rival hay otro factor. Siempre, quieran o no quieran, hay criterios distintos en los árbitros cuando juega el "superpoderoso" de la capital. La primera de la noche, tarjeta a Mercado a los 6 minutos... porque se la pidió Kross.
Antes que nada, lo primero, sentirse muy orgulloso de este Sevilla, un equipo increíble que, a pesar de todo, (y del resultado de la ida), nunca perdió la fe.
Y fue a por el partido y a intentar acortar distancias en la eliminatoria, desde el minuto uno. A los 11 segundos el Sevilla ya provocó el primer córner del partido y a los 30 segundos el primer disparo a puerta de Escudero, y la primera parada del que fue mejor jugador del Madrid: el portero Kiko Casilla.
El Sevilla le echó dos pares... y puso una marcha más que el rival, con dominio, posesión, presión, coraje, casta, ganas.... pero arriesgando al dejar la defensa más descubierta, con el consiguiente peligro de las contras.
Y como siempre, ante este rival hay otro factor. Siempre, quieran o no quieran, hay criterios distintos en los árbitros cuando juega el "superpoderoso" de la capital. La primera de la noche, tarjeta a Mercado a los 6 minutos... porque se la pidió Kross.
A los siete minutos de partido el Sevilla llevaba tres córners a favor, y el partido se jugaba en campo del Madrid, el Sevilla tocaba y tocaba, y llegaba y rondaba el área de Casilla.
Y a los diez minutos, en un centro de de Pablo Sarabia a pie cambiado, llegó el primer gol del partido, al rematar Danilo de cabeza hacia su portería. Era lo que se buscaba, un gol tempranero que diera esperanzas e hiciera creer en el milagro.
Se podía, claro que se podía. Pero mantener ese ritmo era muy complicado. Y además.... el otro "factor" que en estos partidos, como queda dicho, te va minando la moral: entradón de Casemiro sobre Iborra (por detrás)... sin tarjeta; a continuación Marcelo dispara cuando ya había pitado fuera de juego, y tampoco hay tarjeta.... en fin, lo de siempre. Imagino la impotencia del jugador que está en el campo, y encima se tiene que callar... no hay el mismo criterio a la hora de pitar las "faltitas"... y los del Sevilla siempre en fuera de juego, ¿verdad Iborra? Qué rápido levantaba el linier el banderín....
Faltó haber marcado el segundo en la primera parte, irse al descanso 2-0 hubiera sido ideal... y hasta justo.
Al principio de la segunda parte el Sevilla salió con menos fuerza, o el Madrid más metido, suponemos que en el descanso Zidane le vio las orejas al lobo. Digo "con menos fuerza", que no con menos ganas, se les veía la cara a los jugadores y se les notaba convencidos de, al menos, intentar la heroica. Esta ansiedad era también el propio enemigo del Sevilla la precipitación, la que provocó precisamente el tanto del empate. Precipitación en Kranevitter que no supo frenar a su tiempo a Asensio. Jugada clave. Córner a favor del Sevilla y el despeje de Casilla lo recoge Marco Asensio, que se va en velocidad de Kranevitter y Vietto para plantarse sólo y marcar ante David Soria.
Aquí realmente se acabó todo. Hasta el ambiente se enfrió y casi se bajó los brazos. O parecía, porque con el gol de Jovetic y la salida de Nasri y Vitolo, la cosa se animó y se sucedieron una serie de ocasiones muy claras en las que el Sevilla se pudo acercar en el global de la eliminatoria, consiguió el 3-1 y puso nerviosos a los visitantes.
Y el Sevilla lograba cosas poco vistas, no habituales. Porque no es normal meter a todo un Madrid casi en su área. No es normal crearle tantísimas ocasiones de gol, realmente claras. Y lo nunca visto.... le sacan tarjeta amarilla al portero del Madrid... por pérdida de tiempo. Como tampoco suele ser habitual que el portero del Madrid sea el mejor de su equipo.
Y a los diez minutos, en un centro de de Pablo Sarabia a pie cambiado, llegó el primer gol del partido, al rematar Danilo de cabeza hacia su portería. Era lo que se buscaba, un gol tempranero que diera esperanzas e hiciera creer en el milagro.
Se podía, claro que se podía. Pero mantener ese ritmo era muy complicado. Y además.... el otro "factor" que en estos partidos, como queda dicho, te va minando la moral: entradón de Casemiro sobre Iborra (por detrás)... sin tarjeta; a continuación Marcelo dispara cuando ya había pitado fuera de juego, y tampoco hay tarjeta.... en fin, lo de siempre. Imagino la impotencia del jugador que está en el campo, y encima se tiene que callar... no hay el mismo criterio a la hora de pitar las "faltitas"... y los del Sevilla siempre en fuera de juego, ¿verdad Iborra? Qué rápido levantaba el linier el banderín....
Faltó haber marcado el segundo en la primera parte, irse al descanso 2-0 hubiera sido ideal... y hasta justo.
Al principio de la segunda parte el Sevilla salió con menos fuerza, o el Madrid más metido, suponemos que en el descanso Zidane le vio las orejas al lobo. Digo "con menos fuerza", que no con menos ganas, se les veía la cara a los jugadores y se les notaba convencidos de, al menos, intentar la heroica. Esta ansiedad era también el propio enemigo del Sevilla la precipitación, la que provocó precisamente el tanto del empate. Precipitación en Kranevitter que no supo frenar a su tiempo a Asensio. Jugada clave. Córner a favor del Sevilla y el despeje de Casilla lo recoge Marco Asensio, que se va en velocidad de Kranevitter y Vietto para plantarse sólo y marcar ante David Soria.
Aquí realmente se acabó todo. Hasta el ambiente se enfrió y casi se bajó los brazos. O parecía, porque con el gol de Jovetic y la salida de Nasri y Vitolo, la cosa se animó y se sucedieron una serie de ocasiones muy claras en las que el Sevilla se pudo acercar en el global de la eliminatoria, consiguió el 3-1 y puso nerviosos a los visitantes.
Y el Sevilla lograba cosas poco vistas, no habituales. Porque no es normal meter a todo un Madrid casi en su área. No es normal crearle tantísimas ocasiones de gol, realmente claras. Y lo nunca visto.... le sacan tarjeta amarilla al portero del Madrid... por pérdida de tiempo. Como tampoco suele ser habitual que el portero del Madrid sea el mejor de su equipo.
Mi admiración por los jugadores del Sevilla... se les veía, en el minuto 70, ganando sólo 2-1, y que seguían creyendo en el milagro, teniendo fe en que se podía logar.
Y llegó el tercero, y en el minuto 80 se seguía creyendo, se podía, pero en el minuto 82 llegó el definitivo palo, con el penalti por empujón de Kranevitter sobre Casemiro, penalti de los que sólo se pitan a favor del Madrid. Ese empujón no es penalti siempre, y menos si hubiera sido en el área merengue. Pero a joderse toca, como siempre.
Sergio Ramos acabó con la eliminatoria marcando el penalti, y cometiendo el error de provocar al público y encender definitvamente los ánimos. Que no se debe insultar, claro. Pero tampoco se debe provocar, y eso es lo que hizo este muchacho, del que me guardo otros calificativos.
Sergio Ramos acabó con la eliminatoria marcando el penalti, y cometiendo el error de provocar al público y encender definitvamente los ánimos. Que no se debe insultar, claro. Pero tampoco se debe provocar, y eso es lo que hizo este muchacho, del que me guardo otros calificativos.
El Sevilla hizo un partido sensacional, gran partido, partidazo de todo el equipo, brillando a gran altura y dejando muy buenas sensaciones los debutantes Lenglet y Jovetic. Fin de la Copa del Rey 16-17, pero con la cabeza muy alta, y a centrarse en una apasionante Liga y una ilusionante Champions.
Foto: LaLiga |
LA FICHA
SEVILLA FC:
13 David Soria
04 Matías Kranevitter
05 Clément Lenglet
08 Vicente Iborra (c)
09 Luciano Vietto (10 Samir Nasri, m54)
11 Joaquín Correa (16 Stevan Jovetic, m44)
12 Wissan Ben Yedder
17 Pablo Sarabia
18 Sergio Escudero
23 Adil Rami
24 Gabriel Mercado (20 Víctor Machín Vitolo, m64)
Jorge Sampaoli
REAL MADRID:
13 Kiko Casilla
04 Sergio Ramos (c)
06 Nacho
08 Toni Kroos
12 Marcelo
14 Casemiro
17 Lucas Vázquez (02 Dani Carvajal, m63)
18 Mariano (16 Kovacic, m57)
20 Marco Asensio
21 Morata (09 Benzema, m75)
23 Danilo
Zinedine Zidane
ÁRBITRO: Alberto Undiano Mallenco (Colegio Navarro). Mostró tarjetas amarillas a Mercado (m06), Lucas Vázquez (m12), Iborra (m61), Kovacic (m63), Kiko Casilla (m71), Jovetic (m72), Casemiro (m84), Marcelo (m87).
GOLES:
1 - 0, m09: Centro al área de Pablo Sarabia, y Danilo cabecea y marca en su portería.
1 - 1, m48: De un córner a favor del Sevilla, el despeje lo recoge Marco Asensio que se va en carrera de Kranevitter y Vietto, y se planta sólo ante David Soria para batirle por bajo.
2 - 1, m53: Centro perfecto de Escudero y Stevan Jovetic marca de volea.
3 - 1, m76: Jugada por la derecha entre Nasri y Ben Yedder, que centra, y marca Vicente Iborra.
3 - 2, m82: Sergio Ramos, de penalti.
3 - 3, m92: Benzama marca en jugada personal.
INCIDENCIAS: Jueves 12 de enero de 2017. 21:15 horas. Estadio Ramón Sánchez Pizjuán, con 39.000 espectadores. Partido correspondiente a la vuelta de los 1/8 de Final de la Copa de SM El Rey. Antes del partido se guardó un minuto de silencio en recuerdo de los ex jugadores del Sevilla FC, Ramoní y Juan Maraver, fallecidos recientemente. Debutaron en el Sevilla FC los jugadores Clément Lenglet y Stevan Jovetic. El Sevilla queda eliminado.
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