El fútbol que más siento no es el del campo de juego, el de los partidos, el de los resultados. Aunque en los últimos tiempos, afortunadamente, podemos emocionarnos con la alegría de conseguir títulos, más me emocionan los momentos como el de hoy.
Cuando, de niño, mi padre empezó a llevarme al Sánchez Pizjuán, el número 3 del Sevilla era un futbolista (bajito y gordito) llamado Curro Sanjosé. Hoy, muchos años después, su club, nuestro club, el Sevilla FC, le ha hecho entrega del VIII Dorsal de Leyenda, en un acto entrañable en el que la emoción y la mejor versión de la deportividad han estado presentes.
Me quedo con la presencia, en el antepalco del Sánchez Pizjuán, de grandes señores del fútbol, llamados D. Julio Cardeñosa, García Soriano, Bizcocho, Biosca o Rafael Gordillo, que entonces eran nuestros rivales en el campo, pero nunca nuestros enemigos. Grandes y hermosas las palabras de Rafael Gordillo.
Entre ellos, también los nuestros, Paco Gallego, Campanal, Enrique Lora, Yiyi, Santi, Super Paco, Antonio Álvarez, Manolo Jiménez, etc.
Y grande otro de los grandes del fútbol, aunque en su tiempo hizo pasar malos ratos al bueno de Sanjosé. Grande, por su presencia y sus palabras, el que fuera nº 7 de aquel Athletic de Bilbao, D. Daniel Ruiz Bazán, DANI, el gran rival de Curro, y que hoy ha estado presente en este acto.
Muy emotivas también las palabras, hermosas, de otro grande, D. Manuel Jiménez Jiménez.
Más que por las victorias y los títulos, es por estos momentos por lo que me siento orgulloso de ser del Sevilla FC.
Casta y coraje, garra y potencia, entrega y profesionalidad. Sevillismo y grandeza, a pesar de su pequeña estatura. Y además grande de corazón. Se le nota en la cara, en la humildad con la que pasa desapercibido cada domingo de partido en el Sánchez Pizjuán. ¿Pasa desapercibido? No, porque los que lo vimos jugar nos llenamos de admiración diciendo... "ahí va Curro Sanjosé", cuando busca su asiento en el Voladizo de Preferencia para seguir haciendo sevillismo, ahora como un aficionado más.
Hoy el Sevilla FC ha hecho justicia y merecido homenaje a D. Francisco Sanjosé García, Curro Sanjosé, entregándole el VIII Dorsal de Leyenda a quien durante tres lustros defendiera la camiseta del club de sus amores llevando en la espalda el número 3 y ostentando muchos años el brazalete de capitán. Años setenta y ochenta en los que se celebraban los títulos del Trofeo Ciudad de Sevilla y las clasificaciones para jugar en Europa, donde lo más grande era ganar un derbi al eterno rival o superar en el Pizjuán al Madrid o al Barcelona.
Aquel que se arrodillaba para parar el balón con el pecho, el que no dudaba en dar un boleón para alejar la pelota del área, aquel que saltaba con pundonor y hasta superaba en el salto a los delanteros de mayor estatura, el que subía la banda izquierda con garra para terminar disparando con potencia y convertirse en atacante, aquel de los enfrentamientos con Dani en el barro del viejo San Mamés... casta y coraje, Curro Sanjosé.
Hoy ha llorado de emoción, ha disfrutado como un niño y ha desbordado su gran corazón. Grande aquel lateral izquierdo de mis primeros tiempos como aficionado en Nervión, de aquel campo de césped rodeado de albero y el marcador rojo en el mismo suelo, al que aún no había llegado la era digital y el Sevilla FC siempre jugaba frente al "Visitante". Mi primer lateral izquierdo, mi primer 3, uno de aquellos gladiadores que me levantaban del asiento (de cemento) para romperme las palmas aplaudiendo.
Grande Curro Sanjosé, casta y coraje. Enhorabuena, Dorsal de Leyenda.
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